Visita a cervecería: Hausbrauerei Rampendahl en Osnabrück, Alemania

Hace poco más de dos meses, durante mi último, y al final lastimado ¡auch!, viaje a Alemania, realicé una breve visita a Osnabrück, en Baja Sajonia. El motivo principal fué un concierto de música pop, de una banda alemana llamada “Tonbandgerät”; sin embargo, aprovechando la estancia, fuí a dar una vuelta por la cervecería-restaurant de más tradición en la ciudad y uno de los lugares más recomendados por los lugareños.

Se llama “Hausbrauerei Rampendahl y queda en el centro histórico. La visité un viernes lluvioso por la noche, por lo que fué díficil encontrar una mesa disponible…pero no imposible. Está localizada en una casa antigua, de las pocas que sobrevivieron la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los detalles interiores son de madera, y la pintura, decoración y ambientación evocan un poco a la Edad Media. 

La cervecería moderna se localiza en otro edificio contiguo, también se aceptan visitas y tours, pero por falta de tiempo no pude visitarla…para la próxima vez, será.



La cervecería “Rampendahl”, el cual es un apellido de los primeros pobladores de Osnabrueck, elaboran sus cerveza desde hace ya varios siglos, si no me equívoco desde 1430, sus estilos son: “Helles”, “Weizen”, “Maibock” y “Spezial”. No las probé todas, sólo dos vasos de “Helles”, color pálido, aromática y muy refrescante para el ambiente cálido…me hubiera gustado probar la “Maibock”, cerveza de temporada, pero los barriles de la semana se habían terminado antes de lo previsto, snif. 

Investigando sobre el apellido “Rampendahl”, encuentro que ese era el nombre de familia de María, la última mujer que fué procesada en el Norte de Alemania, por “ser” una bruja durante la “cacería de brujas” en Europa. ¡Ay, nanita!

Lo que me sorprendió del restaurant-cervecería fué la comida: sencilla, tradicional, rústica, muy bien presentada, deliciosa y porciones satisfactorias. Platos de quesos, de jamones, salamis, y el pan, ¡mmm! el pan elaborado ahí mismo, de los mejores que he probado en toda mi vida 🙂

Además, el servicio y la atención el cliente, muy buena, todos sonrientes y amables…sin duda, un lugar para regresar y para recomendar. Prost!