A punto de quedar sorda.
Hoy a mediodía, pedaleando por el centro de mi pueblis, me coloqué en medio del carril derecho por una media cuadra, a fin de evitar que los automovilistas y microbuseros me empujaran hacia la derecha o en el peor de los casos no me vieran por tanto desorden y tráfico, pero una señora automovilista atrás de mí, me estuvo “pitando” todo el trayecto. La ignoré totalmente, seguí pedaleando, sin voltearla a ver, sin decirle nada ni hacerle señas, reprimiendo como pude el sentimiento negativo que estaba despertando en mi cuerpecito. Cuando la señora tuvo oportunidad de rebasarme, lo hizo y siguió pitando con ritmo, hasta los niños que iban en el asiento trasero gritaron algo que afortunadamente no entendí, al mismo tiempo que sacaron sus regorditos bracitos moviéndolos al aire.
Es la segunda vez, que me pasa una situación así, la verdad no es nada agradable.
La primera vez, hace ya casi un año, al conductor desesperado que por cierto tenía una cara de arrogante mala onda y manejaba un Mercedes Benz, ¡hijole! no pude controlarme y arriesgándome a todo, me voltié con mi peor cara y con mi mano morenita le hice la “britney señal”. ¡Ay!, aquí entre nos, después me sentí mal de haberlo hecho, porque no es mi manera de comportarme, por lo que me prometí no volverlo a hacer, por mí y por todos los ciclistas del mundo: Si queremos respeto, también debemos respetar, así de fácil.
Por ello, hoy me aguanté el sentimiento, me ajusté el casco de marciano, me mordí los labios, apreté fuerte el manubrio de la bici y seguí pedaleando, como si no hubiera escuchado el escándalo y como si hubiera estado pedaleando en medio de un campo de trigo y cebada je je 😉
Todo un carril para los cuerpecitos en pedales.
Creo que mucha gente desconoce que los ciclistas tienen/tenemos derecho a usar todo un carril ya que la bicicleta es un vehículo. En el “Manual del Ciclista Urbano de la Ciudad de México” que muy amablemente me compartieron las chicas del movimiento femenil ciclista en mi pueblis “Ladies Night Bike Ride”, se menciona:
“Tienes todo el derecho de utilizar un carril completo circulando en el centro del carril, o bien ceder el espacio para compartirlo con otro vehículo. Ambas formas de circulación son correctas, pero debes adoptar la que más seguridad te haga sentir dependiendo del tipo de calle y el flujo de tráfico. Ningún otro vehículo debe rebasarte si eso te pone en riesgo en un crucero o en un carril angosto” (pág. 52 Manual del Ciclista Urbano de la Ciudad de México)
Además, no hay que conducir en las banquetas, sino en las calles y NO en sentido contrario, sino en sentido de la vialidad.
Tengo entendido que también en los reglamentos de tránsito de algunas ciudades se incluye algo al respecto… y otra “cosita” más, como en el de Ensenada que dice que las bicis deben estar registradas con placas (Whaaaat?! je je, que alucine!), pero bueno, ese es otro tema que será tocado en otra ocasión…
Lectores guap@s y simpátic@s, maltosos y lupulados, por favor pasen la voz: ciclistas y conductores de automóviles debemos respetarnos y compartir amablemente la calle.
Recomiendo leer el “Manual del Ciclista Urbano de la Ciudad de México”, está muy completo e interesante, tanto para los automovilistas, como para los cilistas y peatones, todos hay que estar informados. Peace and Love. Beer, Bike and Fun 🙂